La cantautora panameña Erika Ender se tomó algunos minutos para resaltar el valor del compositor, del creador de las canciones. Y es que en esta era digital se está perdiendo la importancia y el crédito de este artista, ya que la canción es la fuente de la industria musical.
La intérprete de grandes melodías como "Masoquista" empezó su reflexión diciendo: "Hace poco más de una generación atrás, aún se percibía a los compositores como verdaderos magos. Y es que es realmente mágico traducir sentimientos en letras y melodías capaces de conectar y tocar las fibras de millones de personas y de volverse la banda sonora de momentos determinados de sus historias vitales. Eso no tiene precio, y ¡vaya que tiene mérito! La canción es la fuente de esta industria. Una gran voz, si no canta, no puede ser escuchada.
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Sin canción no hay nada
Continuó explicando porqué siente que la industria ha olvidado el poder de la pluma y el papel. "Un gran músico, arreglista o productor, sin una canción, no tiene como vestirla de su arte. Un ingeniero no tiene qué grabar o material para mezclar. Un locutor no tiene qué poner a sonar en la radio. En fin. La base es una buena canción. Sin canciones, no hay artista. No hay disco. No hay video musical. No hay promoción, ni tour, ni conciertos. Pero parece como si hoy la industria de la música lo hubiese olvidado. ¿Qué hubiesen hecho Agustín Lara, Consuelo Velásquez, Manuel Alejandro, Armando Manzanero y Juan Carlos Calderón? Son apenas algunos de los muchos compositores que inspiraron a tantos otros para seguir por este camino. Incluso a mujeres (a pesar de que somos una notable minoría), con el doble reto que eso representa".
Ender también se refirió al hecho de que ahora se minimiza el crédito del autor.
"El mundo cambia. Las formas cambian. Pero la esencia siempre debe mantenerse. En el mundo digital, por ejemplo, solo aparece el título del tema y el nombre del artista, convirtiendo las canciones en huérfanas. Pocos medios y plataformas trabajan para dar el merecido espacio a todos los que poseen crédito autoral. Mientras que todos deberían hacerlo. Hoy, nuestro deber incluye rescatar el valor que representan las canciones y sembrar, correcta y dignamente, para que las nuevas generaciones puedan vivir de la inspiración, en una profesión que sostiene a toda una industria y cuyo legado se eterniza. Porque la música es capaz de trascender las barreras del tiempo. Porque no se crea sola. Es un regalo divino, traducido en letra y melodía por el compositor. Las canciones no merecen ser huérfanas, ni sus creadores, invisibles.